POR QUÉ VAZ FERREIRA
El nombre de nuestro Centro lleva implícito un reconocimiento a la obra de Carlos Vaz Ferreira, a sus ideas, a su creatividad y actualidad.
Sus aportes a los grandes problemas que se debatían en su época y sobre todo sus reflexiones sobre la forma de pensar y actuar de los seres humanos, lo convirtieron en un referente del pensamiento filosófico y pedagógico en nuestro país y fuera de él.
En sus 86 años de vida (1872-1958) Vaz Ferreira fue uno de los impulsores de la cultura libre, humanizadora y “fermental”, término que inspiró uno de sus libros, “Fermentario”, y que se integró naturalmente al lenguaje pedagógico de nuestro país.
A los 25 años de edad, ganó por concurso la Cátedra de Filosofía de la Universidad y de allí en más siempre estuvo vinculado a la educación pública en los tres niveles: Primaria, Secundaria y Universidad. Su actuación, vinculada en algunos casos a cargos directivos y en otros a la elaboración de teoría filosófica o pedagógica, estuvo constantemente atravesada por la docencia.
Ocupó cargos de docencia directa y generó una especial forma de comunicar sus ideas a través de conferencias en el Paraninfo de la Universidad, a las que asistía una enorme cantidad de público, lo que derivó en la creación de un cargo específico: “Maestro de Conferencias de la Universidad de Montevideo”.
Sus escritos, agrupados en 23 tomos que publicó la Cámara de Representantes en 1963 en su homenaje, y que lamentablemente no volvieron a editarse, son en su mayoría transcripciones de charlas, conferencias y clases, reflejando su máxima vocación: reflexionar con la gente, directamente.
El resumen de los cargos ocupados por Vaz Ferreira en el Estado, dan cuenta de por sí, de otra de las características de su forma de actuar: relacionar permanentemente teoría y práctica.
- Profesor de Filosofía en Preparatorios (1897-1922)
- Miembro del Consejo Directivo de Instrucción Primaria (1900-1915)
- Decano de Preparatorios de la Universidad de Montevideo (1904-1906)
- Maestro de Conferencias en la Universidad de Montevideo (1913-1958)
- Profesor de Filosofía del Derecho en la Facultad respectiva (1924-1929)
- Rector de la Universidad por tres períodos (1929-1930, 1935-1938, 1938-1943)
- Director de la Facultad de Humanidades y Ciencias la cual fundó (1946-1949)
- Decano de la misma por dos períodos consecutivos (1952-1955 y 1955- 1958)
Recorriendo su obra es imposible separar al filósofo del educador y al pensador del hombre de acción.
DOS PROYECTOS FUNDAMENTALES: PARQUES ESCOLARES Y FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS.
En dos momentos muy diferentes de su vida propuso dos proyectos educativos de gran magnitud. En 1923 un proyecto de cambio estructural de la Educación Primaria, los “Parques escolares” y en 1946 la creación de una Facultad de Humanidades y Ciencias.
En el caso de los “Parques escolares”, el proyecto elaborado y diseñado hasta en sus mínimos detalles, representó una propuesta de cambio en el formato de la escuela.
El proyecto cambiaba sustancialmente la relación educativa del niño con el medio natural, con sus compañeros y con los maestros y aunque fue apoyado por muchos actores vinculados a la educación, lamentablemente, como en muchos proyectos que implican mover las estructuras existentes y desestructurar pensamientos rígidos que sólo conciben cambios dentro de los parámetros ya establecidos, el cambio no fue posible.
La creación de la Facultas de Humanidades y Ciencias por el contrario se concretó en 1946 aunque implicó una serie de intentos que se fueron sucediendo durante 30 años. El proyecto original de Vaz Ferreira fue presentado en 1914 y significó el primer proyecto de enseñanza superior no profesional que revalorizó la -profundización, producción, investigación y estímulo al pensamiento original- en ciencias, filosofía, arte, pedagogía, cuestiones sociales, etc, no subordinadas a ninguna profesión y por tanto centrada en el desarrollo de la formación individual y la entrega desinteresada de los conocimientos a la sociedad.
En los 30 años que duró el proceso de concreción, el proyecto mantuvo parte de su espíritu inicial, aunque fue cambiando paulatinamente hacia la profesionalización.
ALGUNAS DE SUS OBRAS.
En su larga vida, Vaz Ferreira escribió sobre temas filosóficos, pedagógicos y sociales debatidos en su época. Entre otras obras podemos citar “Los problemas de la libertad” (1907) “Moral para intelectuales” (1909) “Lógica viva” (1910) “Lecciones sobre pedagogía y cuestiones de enseñanza” (1918) “Sobre la propiedad de la tierra” (1918), “Sobre los problemas sociales” (1922), “Sobre el feminismo” (1933) “Fermentario” (1938) “La actual crisis del mundo desde el punto de vista racional” (1940). “Los problemas de la libertad y los del determinismo” (1957)
DOS IDEAS DIRECTRICES; ESCALONAMIENTO Y PENETRABILIDAD.
Su concepción de ideas directrices que desarrolla en su ensayo: “Dos ideas directrices pedagógicas y su valor respectivo” han inspirado parte de nuestro proyecto educativo.
Con palabras de Vaz Ferreira ampliamos el concepto:
“En pedagogía no existen reglas generalísimas absolutas, que puedan seguirse a ciegas deductivamente, sino algunas ideas directrices, más o menos generales, más o menos fecundas, que se complementan y que a veces se corrigen y limitan unas a otras.»
(…) ”Entre esas ideas directrices hay dos que en parte se completan, que en parte se oponen, y cuya importancia y aplicabilidad es tan grande, que, con un poco de esfuerzo, podría concebirse tal vez toda la Pedagogía como una especie de resultante, ya de la concurrencia, ya del conflicto de esas dos tendencias.(…) Una es la idea directriz (tendencia o sistema) de escalonamiento. La otra es la idea directriz (tendencia o sistema) de la penetrabilidad”
Los conceptos de escalonamiento y penetrabilidad los expresa de esta forma en otro de los pasajes de su trabajo:
(…) la característica de esta tendencia pedagógica del escalonamiento o ajustamiento, es siempre la misma: prever momento por momento la marcha del espíritu.
Y la característica de la idea opuesta es esta otra: sin más condición que la de escoger material noble, útil y asimilable, entregarlo al espíritu y dejar a éste fare da se”.
Si bien estas formas de aprender en principio aparecen como opuestas, en realidad son complementarias, y así lo plantea el propio Vaz Ferreira refiriéndose al aprendizaje de la lengua, las artes plásticas, la literatura, la música, las matemáticas… Reflexionando sobre la necesidad de conciliarlas, y no tener que elegir entre una u otra dice:
(…) “ Pues bien: si en la edad en que la mayor parte de las personas no han sido sometidas todavía a enseñanza reglada, y si en la edad en que la mayor parte de las personas dejan ya de ser sometidas a enseñanza reglada; si, antes de la Pedagogía y después de la Pedagogía, la penetración DE LO PARCIALMENTE INTELIGIBLE es el medio de adquisición más poderoso, más constante y más fecundo, sería extraño que hubiera una edad en que ese proceso perdiera su importancia, y sería incomprensible que el arte de enseñar, que la Pedagogía, pudiera prescindir de tenerlo en cuenta, y pudiera constituirse racionalmente sin dar todo el alcance y sin procurar desenvolver todas las consecuencias de esa noción capitalísima”
CONCLUSIONES
Concluyendo esta mirada rápida por la obra de Vaz Ferreira reafirmamos la universalidad de sus planteos y el contenido esencial de sus observaciones. Su obra es una invitación permanente a la reflexión y trasciende un momento histórico determinado.
Podemos afirmar la imposibilidad de intentar encasillar su pensamiento en alguna teoría cerrada; buscar las complementariedades del pensamiento más que las oposiciones, no siempre reales, según lo expresó, fue su gran objetivo.
La elección de su nombre para identificarnos, no tiene que ver entonces con seguir un método ni un sistema, nada estaría más alejado del propio pensamiento de Vaz Ferreira.
Creemos que las ideas han sido poco difundidas, sobre todo a nivel de los ámbitos de la educación a la que él dedicó toda su vida, y es posible que no haya un caso más claro en que se cumpla con el dicho “no hay profeta en su tierra”; parecería que es necesario recurrir permanentemente al recuerdo del reconocimiento que tuvo Vaz Ferreira por parte de Unamuno o Einstein, entre otros, para valorar su figura.
En nuestro caso, esperamos aportar desde una práctica concreta al acercamiento a su obra.